¿Qué es la felicidad?
Definirla es algo difícil. He llegado a la conclusión de que sólo nos referimos a la felicidad precisamente cuando la hemos perdido. Nadie que esté en un buen momento de su vida dice: qué feliz que soy. Sólo cuando pierdes algo dices qué feliz que era. La felicidad sería todo lo bueno que hemos perdido, o bien porque ha pasado el tiempo, o bien porque nos lo han quitado. Es una etiqueta que se coloca en retrospectiva. La felicidad siempre es nostalgia o el sueño de algo inalcanzable.
Así, si la felicidad es nostalgia o un sueño inalcanzable, ¿es realmente posible vivir momentos de felicidad aquí y ahora?
Es posible alcanzar la felicidad si no la buscas. Ésta es muy caprichosa. Las personas que siempre quieren ser felices son las más desgraciadas que conozco. Uno es feliz cuando se conforma con lo que tiene, en el lugar y en el momento en el que está.
Dicen que la felicidad depende más de cómo vivimos las cosas que de las cosas que vivimos.
No sabemos qué es la felicidad, pero sí qué es la infelicidad y ésta está causada por un exceso de deseos. Vivimos en una sociedad consumista que nos empuja a desear bienes materiales o de otro tipo como una relación de pareja ideal que hemos visto en las películas, pero que en la realidad no existe. La infelicidad sobreviene cuando nos marcamos unos deseos tan elevados que nuestra realidad choca con eso. La mejor manera de ser feliz es no desear nada y conformarse con lo que tienes en cada momento. Eso es lo más parecido a la felicidad que puedes experimentar.
La felicidad es intrínseca a la ausencia de dolor ya que la salud sólo se valora desde su contrario, que es la enfermedad.
¿Podemos llegar a la conclusión de que la clave de la felicidad estaría en darle un sentido a nuestra vida?
Para curar a una persona lo único que necesitas es ayudarle a que encuentre un sentido a su vida, a que haya un motivo cada día por el cual levantarse. El que tiene un porqué vivir puede resistir casi cualquier cómo.
La mejor dieta para la felicidad es la comunicativa.
Desde luego. La comunicación nos saca de nosotros mismos. He conocido a muchas personas depresivas que sólo están pendientes de lo que les pasa a ellos. Es sólo cuando miras hacia afuera y te comunicas y ayudas a otras personas que tus problemas se te olvidan. A una persona que sabe comunicarse, que es sociable y sabe escuchar le queda poco espacio para los sentimientos negativos.
Tres ingredientes para ser feliz:
Pensar poco en uno mismo.
Pensar mucho en los demás.
Reírte de ti mismo y del mundo.
Reírte de ti mismo y del mundo.
Tres ingredientes para combatir la infelicidad:
Dejar de analizar.
Cultivar las amistades.
Soñar que tu vida puede ser diferente de lo que es ahora.
Atrévete, TÚ PUEDES SER FELIZ!!!
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